La principal diferencia entre los suelos de madera deportivos para estudios de danza y los suelos de madera deportivos estándar radica en que no solo deben ofrecer propiedades básicas de absorción de impactos y antideslizante
sino también cumplir con los requisitos específicos de los movimientos de danza en cuanto a «retroalimentación elástica» y «silencio». Los bailarines de ballet requieren un soporte elástico suave para las puntas, los saltos de danza moderna requieren una rápida respuesta elástica y los giros de danza folclórica requieren una fricción superficial estable. Además, el ruido generado por todos los movimientos debe minimizarse para no molestar a las aulas adyacentes.
En cuanto a la selección de materiales, la madera de arce es el material preferido para los suelos de estudios de danza. Su fina textura y dureza moderada (densidad seca al aire de aproximadamente 0,6-0,7 g/cm³) proporcionan un soporte suficiente a la vez que permiten una deformación elástica moderada durante las puntas, reduciendo la tensión en tobillos y rodillas. El grosor de la superficie suele ser de 20-22 mm, en comparación con los 18 mm de los suelos de madera deportivos estándar, lo que mejora aún más la elasticidad y el silencio. Es importante que la superficie no tenga nudos para evitar irregularidades en la superficie, que pueden afectar la estabilidad de los movimientos de baile. En cuanto al diseño estructural, los suelos de madera para estudios de danza requieren una estructura de amortiguación multicapa, que generalmente consta de una capa superior, una capa impermeable, una capa base, una capa de amortiguación elástica, una capa impermeable y aislante del sonido, y una capa base. La capa de amortiguación elástica es el núcleo