Soluciones de adaptación de suelos deportivos de madera para diferentes escenarios deportivos

Elegir un suelo deportivo no es una solución universal. Cada deporte tiene requisitos muy diferentes en cuanto a rendimiento, dureza y elasticidad. Solo adaptando un plan a las necesidades básicas de cada deporte se puede lograr un equilibrio entre la seguridad, la experiencia deportiva y la vida en el recinto. A continuación, se presentan estrategias precisas para la elección de suelos en cinco escenarios comunes: canchas de baloncesto, pistas de bádminton, gimnasios, estudios de danza y recintos deportivos multiusos.

Como recintos deportivos de alto impacto, las canchas de baloncesto requieren una alta elasticidad y una fuerte absorción de impactos. Los atletas saltan y aterrizan con frecuencia (con una presión de impacto de 3 a 5 veces su peso corporal), lo que requiere que el suelo tenga una excelente capacidad de absorción de impactos y recuperación elástica. Por lo tanto, la capa superior debe ser de arce duro (densidad de secado al aire: 0,68-0,75 g/cm³), combinada con una estructura de doble quilla (quillas de alerce de 50×70 mm, espaciadas 300 mm) y una almohadilla elástica de poliuretano (15 mm de grosor, índice de absorción de impactos: 40-50%). Esto garantiza una absorción de impactos ≥35 % y una recuperación elástica ≥95 %, cumpliendo con los estándares de la FIBA. Además, la superficie de pintura UV debe estar recubierta con partículas antideslizantes, manteniendo un coeficiente de fricción entre 0,5 y 0,6 para evitar resbalones durante paradas repentinas y cambios de dirección. Se ha seleccionado un grosor de panel de 22 mm para mejorar la capacidad de carga y adaptarse a grandes multitudes y entrenamientos de alta intensidad.

Los requisitos clave para una pista de bádminton son «fricción estable + baja deformación». El bádminton, caracterizado por movimientos rápidos y arranques y paradas frecuentes, exige un coeficiente de fricción y una planitud del suelo extremadamente altos. Se recomienda el roble (densidad de secado al aire: 0,74-0,82 g/cm³) para los paneles. Su dureza moderada y veta uniforme mantienen un coeficiente de fricción estable (0,45-0,55), lo que previene esguinces de tobillo causados ​​por fricción excesiva. La estructura utiliza una quilla única (40×60 mm, con una separación de 400 mm) con acolchado de espuma EVA (10 mm de grosor), lo que equilibra la economía con una absorción de impactos básica. Un grosor de panel de 20 mm es suficiente. También se requiere una instalación estrictamente plana, con una diferencia de altura de ≤0,1 mm entre paneles adyacentes para evitar tropiezos. Además, las pistas de bádminton son sensibles a los reflejos de la luz, por lo que el brillo de la superficie del suelo debe controlarse a 30-40 grados para evitar deslumbramientos que afecten la visibilidad.

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