El rendimiento principal de los suelos deportivos de madera debe cumplir con la norma nacional para «Suelos de Madera para Instalaciones Deportivas» (GB/T 20239-2015).
La elasticidad y las propiedades antideslizantes son cruciales para garantizar la seguridad de los atletas. La elasticidad se mide principalmente mediante dos parámetros: absorción de impactos y recuperación elástica. Los suelos deportivos de madera de alta calidad deben tener un valor de absorción de impactos ≥53%, lo que significa que absorben más de la mitad de la fuerza del impacto al aterrizar, minimizando el daño a articulaciones como rodillas y tobillos. La recuperación elástica debe ser ≥90%, lo que garantiza que el suelo recupere rápidamente su forma original tras la aplicación de la fuerza, evitando deformaciones que puedan afectar el movimiento.
El rendimiento antideslizante requiere un equilibrio entre agarre y resistencia. Las normas nacionales exigen un coeficiente de fricción de entre 0,4 y 0,6 para los suelos deportivos de madera. Un coeficiente demasiado bajo puede provocar resbalones, mientras que un coeficiente demasiado alto puede provocar una fricción excesiva entre el pie y el suelo, aumentando el riesgo de distensión de ligamentos. Para lograr este estándar, los fabricantes aplican un revestimiento antideslizante especializado a la superficie del suelo. Este revestimiento presenta una textura sutil e irregular que mejora la fricción sin obstaculizar los movimientos rápidos de los atletas. Además, algunos recintos de alta gama optimizan aún más el rendimiento antideslizante ajustando el contenido de humedad y la planitud de la superficie del panel para garantizar un coeficiente de fricción estable en diferentes entornos de temperatura y humedad.