Métodos de prueba de rendimiento para suelos de madera deportivos

Para determinar si un suelo deportivo cumple con los estándares de uso, es importante centrarse en tres indicadores clave: absorción de impactos, rendimiento antideslizante y rendimiento de rebote. Estos indicadores están directamente relacionados con la seguridad deportiva y la experiencia general. Las pruebas profesionales deben seguir métodos científicos para garantizar datos precisos y fiables.

Las pruebas de absorción de impactos son cruciales para proteger la salud articular de los atletas. Según las normas internacionales, la tasa de absorción de impactos de los suelos deportivos debe ser ≥53 %. Las pruebas se realizan con un probador de impactos específico. Se deja caer un martillo de 5 kg desde una altura de 500 mm. Se registran la fuerza máxima de impacto y la fuerza de rebote al contacto, y la tasa de absorción de impactos se calcula mediante una fórmula. Si el valor de la prueba es inferior al estándar, se debe inspeccionar la base elástica para detectar deterioro o separación excesiva entre las quillas. Si es necesario, se debe reemplazar la base o ajustar la estructura de la quilla para garantizar que la absorción de impactos cumpla con los estándares y reducir el riesgo de lesiones articulares al saltar y aterrizar.

Las pruebas de resistencia al deslizamiento requieren que el coeficiente de fricción se mantenga dentro de un rango seguro. El coeficiente de fricción estático de los suelos deportivos de madera debe estar entre 0,4 y 0,7. Se realizan pruebas con un medidor de coeficiente de fricción en diferentes puntos de la superficie del suelo (al menos cinco puntos) y se calcula el valor medio. Si el coeficiente de fricción es demasiado bajo, la pintura puede estar desgastada o grasosa, lo que requiere un nuevo lijado o una limpieza a fondo. Si el coeficiente de fricción es demasiado alto, la pintura puede ser demasiado espesa o se puede haber acumulado cera en la superficie. Se requiere un pulido adecuado para garantizar que los atletas puedan moverse con flexibilidad y sin resbalones durante movimientos rápidos o frenadas bruscas.

Las pruebas de rendimiento de rebote influyen en la estabilidad de la experiencia deportiva. Por ejemplo, una pelota de baloncesto debe rebotar entre 1200 y 1400 mm tras una caída libre desde una altura de 1800 mm. Se realizan tres pruebas en diferentes puntos de la pista (como la mitad de la cancha, las líneas laterales y cerca de la línea de tiros libres) y se calcula la altura media de rebote. Si la altura de rebote es demasiado baja, es posible que el material del panel no sea lo suficientemente duro o que la base elástica sea ineficaz. Es necesario reemplazarla por un panel o base elástica de alta calidad. Si la altura de rebote es inestable, revise la planitud del suelo y la resistencia de la quilla para garantizar un rebote uniforme en toda la cancha y una retroalimentación consistente de los movimientos técnicos de los atletas.

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