La diferencia entre los suelos de madera deportivos y los suelos de madera normales

En la vida cotidiana, vemos con frecuencia suelos de madera comunes en la decoración del hogar, mientras que los suelos deportivos desempeñan un papel fundamental en las instalaciones deportivas. Si bien ambos se clasifican como suelos de madera, difieren significativamente en varios aspectos.

En cuanto a la selección de materiales, los suelos de madera comunes priorizan la estética y la durabilidad, con maderas comunes como el roble y el nogal. Estas maderas son relativamente blandas y pueden satisfacer necesidades básicas como caminar y la colocación de muebles en entornos cotidianos. Sin embargo, ante el uso intensivo de las instalaciones deportivas, los suelos de madera comunes a menudo no están a la altura. Los suelos deportivos suelen estar hechos de maderas más duras, como el arce y el roble. El arce, por ejemplo, tiene una dureza Janka de 1450 lbf, capaz de soportar el impacto de tacos de baloncesto a 10 veces por segundo. También resiste las marcas profundas de los deportes de alta intensidad, cumpliendo con los estrictos requisitos de resistencia al desgaste de las instalaciones deportivas.

En cuanto al diseño estructural, los suelos de madera convencionales son relativamente sencillos y generalmente consisten en una plataforma y una estera impermeable, diseñadas principalmente para crear un ambiente confortable en interiores. Los suelos deportivos, por otro lado, emplean un diseño estructural complejo y científico para adaptarse a las exigencias de diversos deportes. Los suelos de madera deportivos suelen constar de una estructura multicapa compuesta por un acabado de pintura antideslizante y resistente al desgaste, un panel de madera maciza, almohadillas elásticas amortiguadoras, quillas anticorrosión y una capa aislante impermeable. Este diseño multicapa, similar a una armadura, proporciona a los suelos de madera deportivos una excepcional absorción de impactos, estabilidad y resistencia al deslizamiento. Por ejemplo, las almohadillas elásticas amortiguadoras absorben eficazmente las fuerzas de impacto durante el ejercicio, protegiendo las articulaciones de los atletas, mientras que las quillas anticorrosión garantizan la estabilidad estructural del suelo, permitiéndole soportar altas presiones a largo plazo.

La diferencia en los estándares de seguridad entre ambos también es significativa. Los suelos de madera estándar tienen un coeficiente antideslizante relativamente bajo, generalmente ≥0,3. Este nivel de rendimiento antideslizante es generalmente suficiente para entornos domésticos.

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