La disminución de la elasticidad de los suelos deportivos de madera afectará la experiencia deportiva de los atletas y aumentará el riesgo de lesiones. Es necesario encontrar la causa y solucionarla.
Verificar el uso: Si la elasticidad disminuye debido al uso prolongado y frecuente, se puede ajustar la frecuencia de uso para que el suelo descanse. Si el recinto organiza varios eventos o entrenamientos, se puede planificar de forma razonable para evitar el uso intensivo y continuo del suelo. Al mismo tiempo, verifique si hay algún comportamiento de uso inadecuado, como personas con sobrepeso que saltan con frecuencia sobre el suelo a alta intensidad, y corríjalo a tiempo.
Verificar la estructura de instalación: La disminución de la elasticidad puede deberse a problemas con la estructura de la quilla durante la instalación. Compruebe si la quilla está suelta, deformada o podrida. Si la quilla está suelta, repárela; las quillas deformadas o podridas deben reemplazarse. En suelos instalados con almohadillas elásticas, verifique si estas están desgastadas o dañadas. Si surge algún problema, reemplace las almohadillas elásticas a tiempo para restaurar la elasticidad del suelo.
Tenga en cuenta los factores ambientales: los cambios bruscos de temperatura y humedad afectan la elasticidad del suelo. La madera tiende a expandirse y reducir su elasticidad con una humedad alta; tiende a contraerse y agrietarse con una humedad baja, lo que también afecta su elasticidad. Utilice un detector de temperatura y humedad para supervisar el ambiente del recinto y mantenga la temperatura entre 20 °C y 25 °C, y la humedad relativa entre el 40 % y el 60 %. Utilice aires acondicionados, deshumidificadores y otros equipos para ajustar la temperatura y la humedad y mantener un ambiente estable.