La elasticidad reducida de los suelos deportivos de madera afectará la experiencia deportiva de los atletas y aumentará el riesgo de lesiones. Es necesario investigar y resolver la causa con prontitud.
Si la elasticidad disminuye de forma natural debido al uso prolongado y la alta frecuencia, se puede renovar el suelo. Primero, pula la superficie para eliminar la capa de desgaste, luego repíntela y encérela para restaurar su elasticidad. Al mismo tiempo, revise la estructura de la quilla del suelo. Si está suelta o deformada, apriétela y reemplácela a tiempo para asegurar la estabilidad del soporte y mejorar la elasticidad.
Si la temperatura y la humedad del recinto varían de forma anormal, o si la madera está húmeda o demasiado seca, lo que provoca cambios en la elasticidad, es necesario ajustar la temperatura y la humedad. Instale un equipo de ajuste de temperatura y humedad para controlar la humedad entre el 35 % y el 55 % y la temperatura entre 20 °C y 25 °C. En ambientes húmedos, refuerce la ventilación y utilice un deshumidificador; durante el secado, rocíe agua o utilice un humidificador según corresponda. Si la pérdida de elasticidad se debe a una instalación incorrecta, como una conexión suelta entre el suelo y la quilla, es necesario volver a revisar la instalación. Solicite a profesionales que reparen el suelo y la quilla para asegurar una conexión firme, de modo que el suelo se distribuya uniformemente y recupere su elasticidad normal.
En el mantenimiento diario, el suelo debe recibir un mantenimiento regular, por ejemplo, utilizando productos profesionales para el cuidado de suelos que repongan los nutrientes de la madera, conserven su flexibilidad y reduzcan la pérdida de elasticidad. Además, controlar la intensidad de uso en instalaciones deportivas y evitar el uso excesivo también puede ayudar a mantener la elasticidad de los suelos de madera deportivos.