El rendimiento antideslizante de los suelos deportivos de madera está directamente relacionado con la seguridad de los atletas y es uno de sus indicadores más importantes. Para garantizarlo, se aplican estrictas medidas, desde la selección del material hasta el tratamiento de la superficie y el mantenimiento diario.
En cuanto a la selección del material, la madera dura de alta calidad posee ciertas propiedades antideslizantes. Por ejemplo, la madera de arce tiene una textura superficial fina y cierta rugosidad, lo que le proporciona una buena fricción con la suela. Durante el proceso de producción y procesamiento, la madera recibe un tratamiento especial para optimizar aún más su rendimiento antideslizante.
El tratamiento de la superficie es fundamental para mejorar el rendimiento antideslizante. Los métodos de tratamiento más comunes incluyen procesos de pulido especiales para formar pequeñas texturas cóncavas y convexas en la superficie del suelo, aumentar el área de contacto entre la suela y el suelo y, por lo tanto, aumentar la fricción. Además, se aplica pintura antideslizante. Esta pintura no solo ofrece una buena resistencia al desgaste, sino que también mejora significativamente el efecto antideslizante, manteniendo la belleza del suelo. El coeficiente de fricción de la pintura antideslizante debe controlarse estrictamente entre 0,4 y 0,7. Este rango garantiza que los atletas no se caigan debido a suelos demasiado resbaladizos durante el ejercicio y no afecte a su flexibilidad por una fricción excesiva.
El mantenimiento diario es esencial para mantener el rendimiento antideslizante. La limpieza regular del suelo es fundamental. Durante el uso de suelos deportivos de madera, el polvo, el sudor y otras manchas se acumulan fácilmente en la superficie. Estas manchas reducen la fricción del suelo y aumentan el riesgo de resbalones. Por lo tanto, para limpiar el suelo a tiempo, puede utilizar una fregona limpia y agua limpia a diario. Para las zonas con mayor suciedad, puede utilizar un detergente neutro, pero evite usar detergentes ácidos o alcalinos fuertes para no dañar la superficie del suelo. Al mismo tiempo, tenga cuidado de no rayar el suelo con objetos afilados. Una vez dañada la superficie, el rendimiento antideslizante puede verse afectado. Además, encere el suelo regularmente. La capa de cera no solo protege el suelo, sino que también mejora en cierta medida el rendimiento antideslizante.