Los indicadores de rendimiento de los suelos de madera deportivos son la clave para medir su calidad.
La primera es la absorción de impactos, que está directamente relacionada con la salud de las articulaciones del deportista. La tasa de absorción de impactos de los pisos de madera deportivos de alta calidad no debe ser inferior al 53%. Puede absorber eficazmente la fuerza de impacto generada cuando los atletas aterrizan, reducir la presión en las articulaciones como las rodillas y los tobillos y reducir el riesgo de lesiones.
El rendimiento del rebote de la pelota también es crucial. Para deportes de pelota como el baloncesto y el tenis, la altura de rebote de la pelota sobre el piso deportivo de madera debe cumplir estándares específicos. Tomando el baloncesto como ejemplo, la Federación Internacional de Baloncesto estipula que la altura de rebote de un balón de baloncesto estándar sobre un suelo deportivo de madera debe estar entre 1,3 y 1,5 metros. Este rendimiento de rebote no solo puede garantizar la suavidad del juego, sino que también permite a los atletas controlar mejor la trayectoria de la pelota.
El coeficiente de fricción es un factor importante que afecta la seguridad de los atletas que se mueven sobre la pista. El coeficiente de fricción de los suelos deportivos de madera suele estar controlado entre 0,4 y 0,6. Esta gama puede evitar que los atletas resbalen sin obstaculizar su carrera rápida, paradas repentinas y giros, lo que garantiza que los atletas puedan moverse libremente en la cancha.
El rendimiento de deformación vertical tampoco puede ignorarse. Una deformación vertical adecuada puede proporcionar a los atletas una buena amortiguación y dispersar la presión al aterrizar. Generalmente, se requiere que la deformación vertical de los pisos de madera deportivos esté entre 2,3 y 5 mm, lo que puede garantizar la elasticidad del piso manteniendo la estabilidad de la estructura. Estos indicadores de desempeño trabajan juntos para crear un recinto deportivo seguro y eficiente.