Por qué el arce se ha convertido en el material preferido para suelos deportivos de madera de alta gama.

Entre los diversos tipos de madera, el arce duro norteamericano ha dominado durante mucho tiempo el mercado de suelos deportivos de alta gama. Sus ventajas se reflejan principalmente en sus propiedades físicas: alta densidad (aproximadamente 705 kg/m³)

alta dureza y excelente resistencia al desgaste, capaz de soportar la fricción repetida del entrenamiento y la competición de alta intensidad. Además, el arce presenta una veta fina y uniforme, un color elegante y un brillo suave tras el recubrimiento UV, lo que ofrece un alto confort visual. Además, su densa estructura celular y su baja absorción de humedad y tasa de expansión resultan en una excelente estabilidad en condiciones variables de temperatura y humedad. Y lo que es más importante, los suelos de arce presentan una excelente «respuesta dinámica», absorbiendo eficazmente el impacto para proteger las articulaciones y proporcionando un amplio rebote para facilitar el salto. Todos los estadios de la NBA especifican suelos de arce, y el Comité Olímpico Internacional también los recomienda para instalaciones deportivas. Aunque es más caro que el roble o el abedul, su excepcionalmente larga vida útil (hasta 20 años o más) y sus bajos costes de mantenimiento lo convierten en un producto destacado en términos de rentabilidad general. Por lo tanto, para los lugares que priorizan el profesionalismo y la seguridad, el arce sigue siendo la primera opción irremplazable.

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