Indicadores clave de rendimiento de los suelos de madera deportivos

En el caso de los suelos de madera deportivos, los indicadores de rendimiento son los criterios fundamentales para determinar si cumplen los requisitos deportivos. La absorción de impactos y el coeficiente de fricción son dos indicadores clave que inciden directamente en la seguridad y la experiencia atlética del atleta.

La absorción de impactos se refiere a la capacidad de un suelo para absorber el impacto de un atleta al aterrizar tras un salto. Según las normas internacionales, los suelos de madera deportivos profesionales deben tener un valor de absorción de impactos de al menos el 53 %. Cuando un atleta aterriza desde cierta altura, absorber eficazmente parte del impacto puede reducir significativamente la tensión en articulaciones como la rodilla y el tobillo, minimizando así el riesgo de lesiones deportivas. Para cumplir con este requisito de rendimiento, los suelos de madera deportivos suelen incorporar un diseño de capas elásticas, como una almohadilla elástica colocada debajo de la quilla de madera, o una estructura compuesta multicapa que aprovecha las propiedades elásticas de diferentes materiales para mejorar la absorción de impactos. En pruebas reales, las organizaciones profesionales utilizan un martillo de impacto para simular el impacto de un atleta al aterrizar, y los sensores miden la absorción de impactos del suelo para garantizar el cumplimiento de las normas pertinentes.

El coeficiente de fricción afecta la estabilidad de un atleta al ejercitarse en el suelo. Un coeficiente de fricción demasiado alto o demasiado bajo puede afectar el rendimiento e incluso suponer un riesgo para la seguridad. Las normas internacionales estipulan que el coeficiente de fricción de los suelos deportivos de madera debe estar entre 0,4 y 0,6. Si el coeficiente de fricción es demasiado bajo, los atletas pueden resbalarse fácilmente al correr rápido o al frenar bruscamente. Si es demasiado alto, la fricción entre el pie y el suelo será excesiva, lo que aumenta el riesgo de esguinces de tobillo o distensiones musculares. Para controlar el coeficiente de fricción, el tratamiento de la superficie de los suelos deportivos de madera es crucial. Normalmente se utiliza pintura especial resistente al desgaste, y la rugosidad de la superficie se controla ajustando la fórmula y el grosor de la pintura. La textura de la superficie del suelo también afecta al coeficiente de fricción. Por ejemplo, la veta fina natural de la madera de arce proporciona una fricción moderada. Algunos recintos también se someten a tratamientos especiales posteriores al pintado para optimizar aún más el rendimiento de la fricción.

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