La vida útil de los suelos de madera deportivos está estrechamente relacionada con el mantenimiento rutinario. Un mantenimiento adecuado puede prolongar la vida útil del suelo de 5 a 8 años, mientras que un cuidado inadecuado puede provocar daños prematuros. Dominar las cinco técnicas básicas: limpieza, impermeabilización, protección solar, reparación y mantenimiento regular, es clave para garantizar el buen rendimiento del suelo.
Evite los errores de limpieza y adopte el principio de «fregar principalmente en seco, complementado con fregado húmedo». Para la limpieza diaria, utilice una escoba de cerdas suaves o una aspiradora (con boquilla para suelos de madera) para eliminar el polvo de la superficie. Limpie con una mopa semiseca bien escurrida una o dos veces por semana. La humedad debe ser suficiente para que el suelo se seque de forma natural en un plazo de 10 minutos después de fregar, evitando así la filtración excesiva de agua en las grietas. Para manchas difíciles, como aceite o sudor, limpie suavemente con un paño humedecido con un detergente neutro específico para suelos de madera deportivos. Evite el uso de limpiadores alcalinos, como lavavajillas o detergente para ropa, para evitar la corrosión del acabado. La humedad y la protección solar son clave para prevenir la deformación del suelo. Los locales deben estar equipados con termómetros e higrómetros para mantener la humedad entre el 40 % y el 60 % y la temperatura entre 15 °C y 25 °C. Se recomienda el uso de deshumidificadores durante la temporada de lluvias y humidificadores para aumentar la humedad moderadamente durante la temporada seca. Cierre las ventanas en días de lluvia para evitar que la lluvia llegue al suelo. Además, evite la luz solar directa. Instale parasoles o aplique protector solar para evitar que la exposición prolongada decolore la pintura y agriete la madera.
Reparar rápidamente los daños menores puede prevenir problemas mayores. Si encuentra pequeños arañazos, lije ligeramente con papel de lija fino y luego aplique un rotulador de retoque del mismo color que el suelo. Una vez seco, aplique una capa de cera para suelos. Si detecta huecos o ruidos inusuales, contacte con un profesional de inmediato para determinar si la quilla está suelta. De ser así, vuelva a fijarla. Si el borde del piso está ligeramente deformado, coloque un objeto pesado sobre la zona deformada, ajuste la temperatura y la humedad, y observe la deformación durante 1 o 2 semanas. Si la deformación persiste, reemplace el panel.