El rendimiento de los suelos deportivos de madera no se puede juzgar únicamente por su aspecto; debe evaluarse con base en una serie de indicadores científicos. Entre las normas reconocidas internacionalmente se incluyen la alemana DIN 18032

la europea EN 14904 y la china GB/T 20229-2006, que abarcan principalmente cinco características fundamentales: absorción de vibraciones, deformación vertical, rebote del balón, fricción por deslizamiento y carga de rodadura. La absorción de vibraciones se refiere a la capacidad del suelo para absorber el impacto del aterrizaje de una persona; los sistemas de alta calidad pueden superar el 55%, lo que reduce eficazmente el riesgo de lesiones articulares. La deformación vertical refleja el grado de hundimiento del suelo bajo presión, normalmente controlado dentro de los 2,3 mm, lo que garantiza tanto la amortiguación como la estabilidad. El índice de rebote mide la altura de rebote de balones como los de baloncesto en el suelo; las competiciones internacionales exigen al menos un 90%. El coeficiente de fricción por deslizamiento debe estar entre 0,4 y 0,6; un coeficiente demasiado bajo provoca deslizamiento, mientras que un coeficiente demasiado alto dificulta las paradas repentinas y los cambios de dirección. La carga rodante prueba la capacidad del suelo para soportar el movimiento de objetos pesados (como canastas de baloncesto), sin necesidad de hendiduras permanentes. Además, existen indicadores auxiliares como la planitud, la resistencia al desgaste, la resistencia al fuego (clase B1) y el respeto al medio ambiente (emisión de formaldehído ≤0,124 mg/m³). Estas propiedades no existen de forma aislada, sino que se logran mediante el diseño estructural, la proporción de materiales y el proceso de instalación. Por ejemplo, aumentar la densidad de la almohadilla elástica puede mejorar la absorción de vibraciones, pero puede sacrificar la tasa de rebote de la pelota. Por lo tanto, los suelos de madera deportivos profesionales deben lograr un equilibrio entre diversos indicadores para satisfacer las necesidades específicas de los diferentes deportes (baloncesto, bádminton, gimnasia, etc.).

