Un sistema completo de suelo deportivo de madera suele constar de cinco estructuras principales: la capa superficial, la capa portante, el sistema de viguetas, la base resiliente y la barrera antihumedad. La capa superficial suele utilizar maderas duras de alta calidad

como el arce, con un grosor típico de 22 mm. La capa portante suele utilizar contrachapado multicapa para proporcionar estabilidad lateral. El sistema de viguetas, disponible en configuraciones de una o dos vigas, suele estar hecho de pino o abeto y proporciona soporte general y ajuste de elasticidad. La base resiliente utiliza almohadillas de goma, espuma de poliuretano o componentes de muelles para lograr la absorción de impactos y amortiguación. La barrera antihumedad inferior impide la humedad del suelo. Estos materiales se combinan para crear un sistema de alto rendimiento deportivo que cumple con las normas internacionales (como la DIN 18032). Por ejemplo, la separación entre viguetas afecta a la rigidez general del suelo, y la densidad de la base resiliente determina la tasa de absorción de energía. Una combinación de materiales de alta calidad no solo garantiza una deformación vertical de entre 2,3 y 5,0 mm, sino que también alcanza una tasa de rebote de la pelota superior al 90 %. Por lo tanto, al comprar, no solo debe prestar atención a la superficie de la madera, sino también evaluar exhaustivamente la compatibilidad de los materiales y la calidad de fabricación de todo el sistema.

