Como componente fundamental de los recintos deportivos profesionales, la elección del material de madera para suelos deportivos influye directamente en la seguridad de los atletas y la experiencia competitiva. Actualmente

los materiales más comunes para suelos deportivos de madera incluyen arce, roble, abedul y pino, siendo el arce duro norteamericano el más común. El arce tiene una alta dureza (aproximadamente 1450 Janka), una textura fina, un color uniforme y una excelente resistencia al impacto y al desgaste, lo que lo hace ampliamente utilizado en canchas de baloncesto profesionales como las de la NBA y la CBA. El roble, gracias a su precio relativamente asequible y su estabilidad estructural, se utiliza a menudo en gimnasios escolares o comunitarios. El abedul, aunque ligeramente menos duro, tiene buena elasticidad, lo que lo hace adecuado para estudios de danza o instalaciones de entrenamiento de gimnasia. El pino se utiliza principalmente para la estructura base debido a su bajo coste y facilidad de procesamiento, pero no se recomienda su uso directo como capa superficial. Los diferentes materiales se adaptan a las diferentes necesidades de uso: el arce se recomienda para deportes de alta intensidad; el roble es una opción para quienes tienen un presupuesto limitado; y el abedul se considera para quienes priorizan la amortiguación y el rebote. Además, están apareciendo gradualmente materiales compuestos respetuosos con el medio ambiente que equilibran rendimiento y sostenibilidad. Elegir el material adecuado no solo prolonga la vida útil del recinto, sino que también reduce eficazmente el riesgo de lesiones deportivas.

