El rendimiento de los suelos deportivos de madera influye directamente en el rendimiento y la seguridad de los atletas. Los indicadores clave incluyen: tasa de absorción de impactos (≥53%), tasa de rebote de la pelota (≥90%)

coeficiente de fricción por deslizamiento (0,4-0,6) y deformación vertical (≥2,3 mm). Estos datos deben cumplir con normas internacionales y nacionales como DIN 18032 o GB/T 20229. Una alta absorción de impactos reduce eficazmente las lesiones articulares; un coeficiente de fricción razonable proporciona resistencia al deslizamiento sin obstaculizar las paradas repentinas ni los cambios de dirección; un buen rendimiento de rebote de la pelota garantiza la equidad en el juego; y una deformación vertical moderada proporciona una respuesta táctil. Además, el suelo debe poseer propiedades auxiliares como resistencia a la presión, al desgaste, a la humedad y al fuego. Gracias a un diseño científico y una construcción precisa, los suelos deportivos de madera mantienen un rendimiento estable bajo un uso intensivo, actuando como un «guardián invisible» para los recintos deportivos profesionales.

