Los sistemas de suelos deportivos de madera no solo consisten en la superficie del suelo, sino que están compuestos por múltiples capas de materiales.
La barrera antihumedad actúa como un material auxiliar crucial, actuando como el «guardián invisible» del suelo. En los recintos deportivos, el subsuelo es susceptible a la humedad ambiental, especialmente en regiones o estaciones húmedas. La humedad puede filtrarse hacia arriba. Si no se controla, esto puede causar deformaciones y moho en el suelo, lo que afecta gravemente su rendimiento y vida útil.
La barrera antihumedad suele estar hecha de materiales como película de polietileno, membrana impermeabilizante asfáltica o papel especial antihumedad, que ofrece excelentes propiedades de impermeabilidad y resistencia a la humedad. La película de polietileno es ligera, flexible y fácil de instalar, se adhiere firmemente al subsuelo y bloquea eficazmente la penetración de humedad. La membrana impermeabilizante asfáltica ofrece mayor resistencia al agua y durabilidad, lo que la hace adecuada para su uso en entornos con alta humedad.
La barrera antihumedad se coloca generalmente entre el subsuelo y la superficie del suelo. En algunos casos, se coloca una capa adicional debajo del subsuelo para una doble protección. Durante la instalación, es fundamental garantizar la integridad y el sellado de la barrera antihumedad para evitar daños o espacios excesivos que comprometan su eficacia. Además, la barrera antihumedad también puede desempeñar un papel importante en el aislamiento acústico, reduciendo la transmisión del ruido generado durante el ejercicio y mejorando la experiencia del usuario. En el caso de los suelos de madera deportivos, una barrera antihumedad de alta calidad es un requisito fundamental para garantizar un uso estable y a largo plazo, y es indispensable.