En el sector de los suelos deportivos de madera, la elección del material determina directamente la experiencia de juego y la durabilidad del recinto. El arce, el roble y el fresno son los principales materiales disponibles actualmente en el mercado. Gracias a sus ventajas únicas, el arce se ha convertido en el estándar para recintos profesionales como canchas de baloncesto y bádminton.
El arce se divide en arce duro y arce blando. El arce duro se utiliza a menudo para suelos deportivos de madera. Su densidad al aire libre alcanza los 0,68 g/cm³, con una dureza moderada y una excelente tenacidad. Este material proporciona una elasticidad moderada al saltar y aterrizar, reduciendo el impacto en las articulaciones. Su textura superficial es fina y uniforme, lo que lo hace resistente a rebabas y grietas, manteniendo una superficie de juego lisa a lo largo del tiempo. Además, el arce presenta una mínima variación de color. Tras lijarlo y pintarlo, adquiere un tono amarillo claro uniforme, creando un efecto visual refrescante que satisface la atmósfera luminosa que requieren los recintos deportivos. En comparación, el roble es más duro (densidad de secado al aire: 0,76 g/cm³) y más resistente al desgaste, pero ligeramente menos tenaz, lo que lo hace más adecuado para recintos deportivos multiusos con alto tráfico. El fresno de Manchuria ofrece una textura atractiva y un precio relativamente asequible, pero su resistencia a la deformación es baja, lo que lo hace más adecuado para recintos de entrenamiento no profesionales. Basándose en los estándares de competición profesional, la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) recomienda explícitamente los suelos deportivos de arce, ya que puede soportar impactos de alta frecuencia de 3 a 5 veces por segundo, ofrece una vida útil de 15 a 20 años y ofrece una rentabilidad general significativamente mejor que otros materiales.
Al elegir un material para un suelo deportivo, tenga en cuenta el uso previsto y el presupuesto del recinto. Los recintos de competición profesional priorizan el arce duro, mientras que los pabellones de entrenamiento pueden considerar una combinación de roble y arce. Para recintos no profesionales, como patios de recreo escolares, se puede utilizar el fresno de Manchuria. Mediante una selección estratégica de materiales, se logra un equilibrio entre rendimiento y coste.