Además del arce, el más común, el roble y la haya también son materiales comunes para suelos deportivos. Existen diferencias significativas en rendimiento y escenarios de aplicación entre los tres, por lo que la elección debe basarse en las necesidades específicas. En cuanto a la dureza
el roble tiene una densidad de secado al aire de aproximadamente 0,76 g/cm³, superior a la del arce (0,68 g/cm³). Además, es más duro y resistente al desgaste, lo que lo hace adecuado para espacios con mucho tráfico y uso frecuente (como grandes gimnasios y gradas de patios escolares). Sin embargo, el roble es relativamente menos resistente y carece de la elasticidad del arce, lo que lo hace menos práctico en canchas de baloncesto, donde se requieren saltos frecuentes y frenadas bruscas.
El rendimiento de la haya se sitúa entre el arce y el roble, con una densidad de secado al aire de aproximadamente 0,72 g/cm³, dureza moderada y buena tenacidad. Su veta es más clara y hermosa que la del arce, y su color marrón rojizo claro crea un efecto visual único. El contenido de humedad del haya es relativamente estable y menos susceptible a la humedad, lo que lo hace adecuado para instalaciones deportivas en zonas húmedas. Sin embargo, su precio es ligeramente superior al del arce, y su disponibilidad limitada lo encarece para aplicaciones a gran escala. En cuanto a los deportes aplicables, el arce, debido a su equilibrio entre elasticidad y tenacidad, es la opción preferida para deportes de alta intensidad como el baloncesto, el voleibol y el bádminton. El roble, gracias a su excelente resistencia al desgaste, es más adecuado para gimnasios, estudios de danza y otros lugares que utilizan principalmente aparatos o realizan movimientos lentos. El haya, por otro lado, es adecuado para lugares de alta gama que exigen tanto estética como rendimiento, como gimnasios privados y pistas de tenis cubiertas. Al elegir un material, considere factores como el tipo de deporte, la frecuencia de uso y el presupuesto para asegurarse de que se ajuste a las necesidades del lugar.